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sábado, 18 de agosto de 2018

JONÁS

(Lea Jonás 1 y 2)

Aquí observamos a un Jonás renuente, quizás temeroso, alguien que no está dispuesto a hacer lo que ya se le ha indicado, un Jonás insensato quien pensaba que podía escapar de la Presencia de Dios y de la comisión que Dios le había encargado
Vemos que Dios le dice que se levante y vaya a Nínive, es decir, que vaya al lugar que Él le mandaba y que ahí pregonará para que ese pueblo de gentiles se arrepintiera delante de Él (Dios).
¿Qué tenía de difícil esta nueva comisión? Nínive —la capital de Asiria— estaba a unos 800 kilómetros en dirección este, y llegar allí a pie podría tomarle un mes. Pero eso no era lo peor. Una vez en la ciudad, tendría que proclamar la sentencia de Jehová contra los asirios, un pueblo muy conocido por su extrema violencia y crueldad. Si la predicación de Jonás había tenido poco éxito con el pueblo de Dios ¿qué podía esperarse de los habitantes paganos de la populosa Nínive? ¿Cómo le iría a un solitario siervo de Jehová?
¿Qué hizo Jonás? Sí se levantó, pero no hacia la dirección que Dios le dijo que fuera, él huyó lo más lejos posible en dirección contraria, bajó hasta la costa, hasta el puerto de Jope, y allí se embarcó hacia Tarsis. Según algunos comentaristas bíblicos, esta región se encontraba en España, a nada menos que 3.500 kilómetros de Nínive, en sus pensamientos el creyó que podía escapar de la presencia de Dios. Entre los planes de Jonás no estaba el predicar a Tarsis, pero en los planes de Dios sí lo estaba. La Biblia nos enseña que nuestros pensamientos no son como los de Dios, pues los pensamientos de Dios son muchos más altos que los nuestros.
¿Qué hacemos nosotros cuando Dios nos habla?..
En la oración nosotros encontramos respuestas del Señor, Dios todo el tiempo nos está hablando, pero en verdad ¿estamos dispuestos a obedecer?
Puede que en ocasiones creamos que Dios nos está pidiendo cosas muy difíciles casi imposibles, que mirándonos a nosotros mismos nos dé temor, pero si miramos a Dios en lugar de nuestras circunstancias o capacidades la visión cambia.
La acción de Jonás fue huir, descendió a Jope, ¿se ha dado cuenta que todos los que desobedecen a Dios descienden? y halló ahí una nave que partía para Tarsis (aparentemente, esa era su solución) ¿Le ha pasado que ha visto "soluciones" a determinadas situaciones y ha creído que era la adecuada sin antes haber conversado con el Señor al respecto?
Jonás pagando su pasaje entró en la nave para irse con ellos a Tarsis lejos de la presencia de Jehová. Jonás ya en la nave respira aliviado pensando que al fin está a salvo. Sin embargo, la calma no dura mucho. Hermano si nosotros intentamos escapar de Dios, escapar de su voluntad o hacer las cosas a nuestra manera queramos o no, vamos a tener que pagar un precio, tengamos en cuenta esto: fuera de Dios perdemos.

Pero como Dios es soberano puede frustrar nuestros planes y enderezar nuestras sendas; La nave empezó a ser zarandeada de allá para acá por las enfurecidas olas y los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su "dios"; aquí vemos una característica de las personas que aún no han conocido al Dios verdadero, ellos claman a dioses falsos, y buscan ayuda fuera de Él. No teniendo resultados. Si conocemos a Dios, el Dios verdadero y real, nosotros sabemos a quién ir en medio de la necesidad, tristeza, en medio de la tormenta. Sabemos como cristianos que lo primero que debemos hacer es ir a Dios por medio de la oración y que la oración jamás debería ser nuestro último recurso. Los marineros echaron al mar los enseres que había en la nave para alivianar el peso de ella. Esta serie de acciones me recuerda bastante a la acción de la mujer de flujo de Sangre quien llevaba varios años enferma y ya había gastado todo cuanto tenía hasta que conoció a Jesús, con Jesús no hay pierde hermanos. Ellos pensaban que botando al mar sus pertenencias se podrían mantener a salvo, pero no era así; Jonás se encontraba en el interior de la nave durmiendo cuando el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos. Jonás había descendido, había bajado la guardia y era el único en la nave que no clamaba a su dios, aun cuando él sabía de que su dios es el Dios verdadero. El único que podía salvarlos era Jehová. Pero ¿cómo iba a pedirle ayuda cuando se encontraba huyendo de Él (Dios)?
A veces nos pasa así, que nuestra desobediencia nos obstaculiza el poder presentarnos delante de Dios y orar manifestándole nuestra necesidad. Jonás estaba tan decidido a hacer lo que para él estaba bien que no era capaz de reconocer hasta aquí su falla y ponerse a cuentas con el Señor y hacer la voluntad de Dios.
Entonces los marineros dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal y echando suertes, la suerte cayó sobre Jonás, entonces le dijeron ellos: "Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal, ¿qué oficio tienes y de dónde vienes? ¿cuál es tu tierra y de qué pueblo eres?"; Y él les respondió: "Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra". Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: "¿Por qué has hecho esto?" Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado. Y le dijeron: "¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete?" Porque el mar se iba embraveciendo más y más. Él les respondió: "Tomadme y echadme al mar y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros". Los hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos.
¿Cuántas veces las personas que nos rodean (familia, amigos, etc) se han visto envueltos en nuestras malas decisiones? 
Jonás es consciente del porqué está en la situación que enfrenta ahora; al desobedecer a Dios ha puesto a todos en peligro y lejos de arrepentirse y hablar con Dios quien era el indicado para terminar con la tempestad estaba dispuesto a sacrificar su vida, nos queda claro que él no quería que personas inocentes murieran por su causa, por lo que brindó una solución decidido a conservar el bienestar de los demás por sobre el de él. Los marineros por su parte intentaban ponerse a salvos por sus fuerzas, pero todo su esfuerzo era invalido. Entonces clamaron a Jehová y dijeron: "Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido". Tomando a Jonás lo echaron al mar y el mar se aquietó de su furor; y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.
Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.
Es ahí, que en el interior del gran pez Jonás tiene un momento para poner en orden sus pensamientos y orar a Jehová.
Muchas veces le decimos a Dios que cumpla su voluntad en nuestras vidas, pero no basta decirlo de boca sino también el disponer nuestro corazón y mente; a veces queremos servir en un ministerio pero Dios nos llama a otro, pero como no es lo que nosotros queremos no estamos dispuestos a obedecer; le pedimos al Señor que contesté nuestra oraciones que lo dejamos todo en sus manos, pero con nuestras acciones le decimos todo lo contrario, nos encaminamos a hacer lo que para nosotros está bien sin orientarnos bajo la dirección de Dios, y no tardamos en pagar por las consecuencias de nuestros actos y cuando ya hemos tocado fondo recapacitamos y nos damos cuenta de nuestros errores y decidimos retomar, arrepentirnos y pedirle perdón a Dios, cuando hemos descendido nos rendimos y volvemos a Dios.
Dios hizo que los marineros sintieran temor a Jehová y que hicieran votos, Dios permitió que a pesar de las circunstancias esos hombres le pudieran conocer.
Aprendemos que Dios es un Dios de nuevas oportunidades, que aún si le fallamos y nos equivocamos está dispuesto a ayudarnos y a tornar todo a nuestro favor. En aquel lugar tan fuera de lo común, “en las entrañas del pez”, Jonás aprendió una importante lección: Jehová puede salvar a cualquier siervo suyo, sin importar el lugar ni el momento. Nada pudo impedir que Dios salvara a Jonás, ni siquiera el hecho de que se encontrara en el interior de un enorme animal marino. Está claro que únicamente Jehová podía mantener a un hombre sano y salvo durante tres días y tres noches en esas condiciones. Después de tres días y tres noches, la enorme criatura marina se acercó a la costa y “vomitó a Jonás en tierra seca”.
Jonás aprendió de sus errores, luego vino nuevamente palabra de Jehová y él decidió obedecer inmediatamente.
El cristiano no es una persona que no falla; sin embargo, es una persona rendida ante la presencia de Dios dispuesta a ser moldeada por el Padre y que pese a que puede fallar se levanta y prosiga a la meta en Cristo Jesús.

A ti te digo, no importa que en el pasado hayas fallado Dios quiere usarte igual, Dios quiere redimirte, acércate a ÉL, Jesús ya pagó el precio, puedes acercarte con confianza al Padre en el nombre de su Hijo Jesús.

LA ORACIÓN FERVIENTE DEL JUSTO


¿Ha escuchado que la oración eficaz del justo puede mucho?

Acompáñeme a corroborarlo en su Biblia, que contiene la inquebrantable Palabra de Dios.
  • Santiago 5,16 RV60 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. 
  • Santiago 5,16 NTV “Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos”.
Ahora corrobore este mismo pasaje en la traducción Palabra de Dios para Todos.
 “Por eso, confiésense sus pecados unos a otros, y luego oren unos por otros. Hagan eso para que Dios los sane. La oración de quien está bien con Dios es poderosa y efectiva”.
Repita conmigo: La oración de quien está bien con Dios es poderosa y efectiva.
Ahora piense en eso un momento, deje que la palabra cale en su interior.
La oración de quien está bien con Dios es poderosa y efectiva. ¿Se dio cuenta de la relación que existe? La oración efectiva no depende de cuánto sirvamos al Señor, pero sí servimos eficazmente cuando existe la comunión con el Señor. Servir es importante, claro que sí, pero lo hacemos en agradecimiento a lo que Él ya ha hecho por nosotros. Por gracia es que son contestadas TODAS nuestras oraciones. La oración eficaz del justo puede mucho. La oración del JUSTO (Persona justificada, que ha sido lavada por la sangre del Cordero "Jesús") es efectiva cuando estamos en buenas relaciones con Dios, y solo somos capaces de estar bien con Dios por medio de Nuestro Señor Jesucristo, no hay otro medio.
  •   Romanos 5, 1 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.Jesús es la garantía de que Dios escucha y responde todas nuestras oraciones, es así que cualquier cosa que pidamos en el nombre de Jesús debemos de creer que nos será dada y así será, si oramos conforme a la voluntad de Dios no hay lugar a duda que Dios nos oye y para conocer la voluntad de Dios es necesario pasar tiempos consistente de comunión con Dios (orando y leyendo la Palabra).
  • Santiago 5,16 RV60 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.
¿Qué dice el versículo anterior? 
  • Santiago 5, 15 RV60 “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.
¿Qué es mejor la salvación o la sanidad? Juntamente con la salvación viene la sanidad, la liberación; al ser salvos la presencia de Dios barre con todo aquello que nos quiere atar. Sea perseverante en la oración, sea paciente,

Nos alegra saber que, por confiar en Jesucristo, ahora podemos disfrutar del amor de Dios, y que un día compartiremos con Él toda su grandeza. El pecado nos separa de Dios porque Él es Santo, y si estamos distantes de Dios difícilmente vamos a poder disfrutar de una comunión con Dios plena. No olvidemos que si alguno de nosotros caemos abogado tenemos para con el Padre, Jesús quien nos justifica y nos levanta para gloria de Dios.